¿Y si lo que vivimos a diario no fuera más que un sueño? Según Un Curso de Milagros, la mayoría de nosotros estamos atrapados en un sueño colectivo creado por la mente del ego, en el que la separación, el miedo y la escasez parecen ser la realidad.
El cuerpo y la ilusión de separación
Este libro enseña que no somos un cuerpo, sino espíritu. El cuerpo es, según el curso, un símbolo de la separación: un vehículo a través del cual creemos estar desconectados de los demás y de Dios. Esta visión nos mantiene atrapados en la idea de ser frágiles, vulnerables y limitados.
Cuando el cuerpo se convierte en el protagonista de nuestra identidad, también surgen creencias profundas de escasez, enfermedad, pérdida y muerte. Es la forma en que el ego sostiene la ilusión de que somos solo materia y que estamos solos.
Dos guías: el ego o el Espíritu
Un Curso de Milagros afirma que siempre estamos soñando, pero podemos elegir quién dirige ese sueño:
El ego, que genera miedo, conflicto y separación.
O el Espíritu Santo, que nos guía hacia la paz, la abundancia y la unidad.
Mientras el ego proyecta un mundo de carencia, pérdida y lucha, el Espíritu nos invita a recordar que ya somos completos y que el amor es la única realidad.
El verdadero despertar
El despertar no consiste en abandonar el cuerpo, sino en usarlo como un canal de comunicación para extender la paz y el amor. El cuerpo deja de ser un símbolo de separación y se convierte en un puente para sanar y recordar quiénes somos realmente.
Cuando la mente se corrige y regresa al amor, empezamos a ver reflejada esa sanación interna en nuestras relaciones, en la salud, en la abundancia y en la percepción de nosotros mismos y del mundo.
¿Qué bloquea este despertar?
El miedo es la raíz de la ilusión. Aparece de muchas formas: juicio, resentimiento, culpa, cólera o tristeza. Todas ellas son expresiones del miedo y nos mantienen identificados con el ego.
La clave es soltar estos bloqueos para permitir que la luz del amor resurja. Como enseña el curso, solo hay dos emociones: miedo o amor. Y solo una es real.
Reflexión final
¿Estamos dispuestos a dejar de ser víctimas de un mundo proyectado por el miedo y a elegir el amor que siempre ha estado dentro de nosotros?Despertar es darnos cuenta de que podemos cambiar nuestro “sueño” al cambiar nuestra guía interior.
¿Quieres profundizar más?
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